Si yo fuera mayor…

«El tiempo, ese bendito concepto que el Sistema Internacional mide en segundos (¡queridos instantes!) siempre nos ha traído de cabeza, más todavía cuando vamos entrando en años y las lumbares nos crujen de vez en cuando, se nos pinza el nervio ciatico y vamos menguando en estatura (R.B.-O los críos de ahora están emparentados con rusos, suecos y alemanes, o yo cada vez soy más retaco… S.G.- Será que han alcanzado el óptimo ecológico, non ti preocupare…).Ya empiezo a recordar con nostalgia aquellos maravillosos años en los que uno no sabía lo que era el insomnio (yo creo que tengo el organismo un poco alterado con el revuelo primaveral y el cambio de horario), los días cundían más y había menos facturas que pagar. ¡Y pensar que hace un “momento” estaba deseando cumplir la mayoría de edad! Iluso de mí…»