Fin de semana
Fin de semana, la tercera novela de Pilar Tena, transcurre en dos planos temporales y dos ámbitos geográficos: Londres y el campo inglés, Barcelona y el Ampurdán. Dos parejas, una inglesa, la otra española, se encuentran en un piso modernista del Eixample tras años sin verse. Entre ellos arrastran décadas de amistad e infidelidades, de lealtad y deslealtades. El recuerdo de su amigo común, un fotoperiodista canadiense, está omnipresente en el reencuentro que de Barcelona les lleva a pasar el fin de semana en una espectacular masía en el Ampurdán. Anteriores y sucesivos fines de semana van determinando las acciones de los personajes y el desarrollo de una historia que habla de la amistad, la juventud y el deseo.
Ambientada en las élites privilegiadas, la acción se cuela también en el mundo editorial y sigue a un actor fundamental en la trama: Flora, la hija de la pareja española, a través de un particular infierno laboral.
En la novela subyacen dos secretos cruzados, en apariencia ya inofensivos y blindados por el paso de los años, pero que terminan desvelándose por azar, rompiendo el equilibrio de toda una vida.